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Chile Poblano: Guía completa de cultivo y cuidados

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El chile Poblano, una variedad de Capsicum annuum, es un chile muy popular en la gastronomía Mexicana. El chile Poblano, llamado así en honor a la ciudad Mexicana de Puebla, es ampliamente consumido en la cocina tradicional y gourmet. Es valorado por su sabor suave con toques ahumados y su capacidad para adaptarse a diversas preparaciones culinarias. Es un ingrediente fundamental en platillos emblemáticos como el chile en nogada y el mole poblano.

El chile Poblano tiene sus raíces en América, específicamente en México, donde ha sido cultivado durante siglos. En la actualidad, se cultiva mayoritariamente en los estados de Sinaloa, Zacatecas, Guanajuato y Durango.

La planta del chile Poblano puede alcanzar alturas de hasta 80 cm. Produce flores de color blanco y frutos de tamaño similar al pimiento dulce con un sabor ligeramente dulce y algo de picor alrededor de sus semillas. Los frutos son alargados y cónicos de color verde oscuro que cambia a rojo cuando maduran. La intensidad del sabor y el picante varían según el nivel de madurez.

En términos de picante, el chile Poblano se encuentra en un rango bajo dentro de la escala Scoville, con unos 1.000 a 1.500 SHU. Aunque tiene un ligero picor, es mucho más suave en comparación con variedades más picantes como el jalapeño o el habanero.

Requerimientos agronómicos del cultivo

Luz solar

El chile Poblano  requiere luz solar directa durante el día y debe cultivarse en un lugar donde reciba al menos 8 horas de luz solar para un crecimiento óptimo.

Suelo y nutrientes

El chile Poblano prospera en suelos bien drenados con buena estructura, ricos en materia orgánica. Es importante mantener un pH del suelo ligeramente ácido, de 6 a 7. El cultivo debe disponer de los seis macronutrientes esenciales como Nitrógeno, Fósforo, Potasio, Magnesio, Azufre y Calcio, y pueden ser adicionados por medio de enmiendas naturales como compost o distintos tipos de estiércol frescos o compostados.

Agua

Resulta importante mantener el suelo húmedo, evitando el encharcamiento. El volumen de agua proveniente del riego debe ir aumentando conforme al crecimiento del cultivo, también según la demanda de agua por parte del cultivo en momentos de alta temperatura e irradiación solar. Conviene regar también especialmente durante las etapas de floración, cuajado y crecimiento del fruto.

Temperatura

El chile Poblano crece y produce frutos con temperaturas entre los 18°C y 25°C, no soporta las heladas pero tampoco temperaturas extremadamente altas. Debe ser trasplantado a su lugar definitivo luego de la última helada, durante la primavera, en exteriores. También puede cultivarse durante todo el ciclo de vida en invernáculo, como todo pimiento o chile.

Cultivo y cuidados del chile Poblano

Siembra

Se recomienda hacer la siembra del chile Poblano en semillero o almácigo, en invernadero, o en interiores y con una incidencia de luz directa. Conviene sembrar las semillas unas 4 semanas antes de la última fecha de heladas. Luego de que se obtengan plantines, es posible trasplantar directamente al suelo o en macetas de 30 litros en invernáculo o en exterior. 

Las semillas deben sembrarse a una profundidad de aproximadamente 2 cm en el sustrato y luego debe realizarse el riego de asiento para la imbibición de la semilla. El chile Poblano, requiere una temperatura ambiental de entre 18°C a 32°C, para germinar.

Densidad de siembra

Se recomienda distancia de al menos 40 centímetros entre cada planta para proporcionar suficiente espacio para su crecimiento, evitando la competencia por luz, agua y nutrientes, siempre y cuando la siembra sea en suelo y no en macetas. De ser en macetas, debe trasplantarse una planta por maceta y respetarse la distancia suficiente entre macetas como para que no exista sombreo entre plantas.

Tiempo de germinación

Las semillas del chile Poblano suelen tardar de una a dos semanas en germinar dependiendo de las condiciones de temperatura, humedad y calidad de las semillas.

Espacio, ventilación y entutorado

Respetar el espacio entre plantas permite el adecuado desarrollo del cultivo y además permite facilitar las labores del huerto.  La ventilación dentro del cultivo es crucial para prevenir enfermedades fúngicas y bacterianas. Conviene entutorar y/o conducir para evitar el vuelco de la planta, y para facilitar la posterior recolección del fruto.

Cosecha

Los frutos del chile Poblano, generalmente maduran luego de los 70 días después de la siembra. Los frutos se suelen cosechar cuando aún se encuentran verdes. Es recomendable usar tijeras para cortar los frutos por la base de su pedúnculo y evitar dañar la planta.

Plagas y enfermedades comunes

Plagas como la paratrioza, la pulga saltona, el chapulín, la mosca blanca, el fraile, el gusano trozador y la araña roja pueden atacar al chile Poblano. Es importante conocer los ciclos de vida de estas plagas y tener especial atención para evitar su propagación en el cultivo. En cuanto a las enfermedades que atacan al chile Poblano se destacan, la marchitez del chile, ocasionada por Fusarium, Phytophthora capsici y Rhizoctonia solani, también la cenicilla polvorienta y las causadas por bacterias como Pseudomonas solanacearum. Mantener un buen drenaje, evitar el exceso de humedad y permitir la buena ventilación del cultivo permite prevenir estas enfermedades, aunque pueden tratarse con caldo bordelés o sulfato de cobre, el cual es empleado en la agricultura orgánica

Para controlar estas amenazas, es recomendable utilizar enfoques orgánicos, como la introducción de depredadores naturales en el huerto o finca para realizar un control biológico de plagas. También, se puede fomentar un ambiente más saludable para las plantas mediante una correcta rotación de cultivos.

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Control de flora espontánea

El control de malezas es un aspecto fundamental en el cultivo del chile Poblano, ya que las malezas pueden competir por nutrientes, agua y luz solar, afectando el crecimiento y rendimiento de las plantas. Algunas técnicas de control de malezas de manera orgánica son, el uso de mulching y el desmalezado manual.

La colocación de una capa de material orgánico, como paja u hojas secas alrededor de las plantas del chile Poblano puede ayudar a suprimir el crecimiento de malezas al bloquear la luz solar y dificultar su germinación.

También, la eliminación manual de malezas es una opción orgánica efectiva, especialmente en etapas tempranas de crecimiento. Se debe tener cuidado de no dañar las raíces de las plantas mientras se retiran las malezas cercanas.

Fertilización y abonos orgánicos

Para la fertilización del chile Poblano puede optarse por enriquecer el sustrato o la tierra, una semana antes del momento del trasplante y luego realizar una segunda fertilización con insumos orgánicos como compost, estiércol y gallinaza compostados, humus de lombriz, harina de pescado o harina de algas, una semana antes de la floración.

El cultivo del chile Poblano se encuentra arraigado en la tradición agrícola de México. Conocer sus requerimientos y prácticas adecuadas es esencial para obtener cosechas saludables y de alta calidad. 

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