
El chile Manzano, también conocido como Rocoto o Locoto, cuyo nombre científico es Capsicum pubescens, es un ingrediente muy utilizado en la gastronomía de América Latina, especialmente en América del sur y América central, donde se utiliza ampliamente en platos tradicionales y para salsas picantes.
Se cree que el chile Manzano tiene sus orígenes en los Andes de América del Sur, particularmente en Perú, y desde allí se ha extendido a través de los siglos hacia otras regiones de América.
La planta tiende a crecer en forma arbustiva pudiendo alcanzar hasta 1 metro de altura, con hojas pubescentes y flores que combinan el color blanco, violeta y amarillo. Se caracteriza por sus redondeados frutos que se asemejan a manzanas. Dentro de la escala de Scoville, el Rocoto tiene un nivel de picante medio a alto, con un rango típico de entre 100,000 a 350,000 unidades Scoville.
Requerimientos agronómicos del cultivo
Luz solar
El chile Manzano requiere luz solar directa durante el día. Debe cultivarse en un lugar donde reciba al menos 6 horas de luz solar para un crecimiento óptimo.
Suelo y nutrientes
El chile Manzano prospera en suelos bien drenados con buena estructura, ricos en materia orgánica. Es importante mantener un pH del suelo dentro del rango de 6.0 a 7.0. El cultivo debe disponer de los seis macronutrientes esenciales como Nitrógeno, Fósforo, Potasio, Magnesio, Azufre y Calcio, y pueden ser adicionados por medio de enmiendas naturales como compost o distintos tipos de estiércol.
Agua
Resulta importante mantener el suelo húmedo, evitando el encharcamiento. El volumen de agua proveniente del riego debe ir aumentando conforme al crecimiento del cultivo, también según la demanda de agua por parte del cultivo en momentos de alta temperatura e irradiación solar. Conviene regar también especialmente durante las etapas de floración, cuajado y crecimiento del fruto.
Temperatura
El Rocoto crece y produce frutos con temperaturas entre los 14°C y 25°C y es resistente a temperaturas bajas aunque no soporta bien las heladas, es decir, temperaturas menores a los 5ºC. Debe ser trasplantado a su lugar definitivo luego de la última helada, en exteriores o a campo.
Cultivo y cuidados del chile Manzano
Siembra
Se recomienda hacer la siembra del Rocoto en semillero o almácigo, en invernadero, o en interiores y con una incidencia de luz directa. Conviene sembrar las semillas unas 8 o 10 semanas antes de la última fecha de heladas. Luego de que se obtengan plantines, es posible trasplantar directamente al suelo o en macetas de 20 a 30 litros en invernáculo o en exterior. Las semillas deben sembrarse a una profundidad de aproximadamente 0,5 cm en el sustrato y luego debe realizarse el riego de asiento para la imbibición de la semilla. El Rocoto, comparativamente con otros chiles, tarda en germinar y requiere una temperatura ambiental de entre 18°C a 32°C, para hacerlo.
Densidad de siembra
Se recomienda distancia de al menos 30 centímetros entre cada planta para proporcionar suficiente espacio para su crecimiento, evitando la competencia por luz, agua y nutrientes.
Tiempo de germinación
Las semillas de Rocoto suelen germinar en tres o cuatro semanas, dependiendo de las condiciones de temperatura, humedad y calidad de las semillas.
Espacio, ventilación y entutorado
Respetar el espacio entre plantas permite el adecuado desarrollo del cultivo y además permite facilitar las labores del huerto. La ventilación dentro del cultivo es crucial para prevenir enfermedades fúngicas y bacterianas. Conviene entutorar para evitar el vuelco de la planta, y para facilitar la posterior recolección del fruto.
Cosecha
Los frutos de Rocoto, generalmente maduran entre 70 y 90 días después de la siembra. Cuando los frutos hayan alcanzado un color rojo o amarillo según la variedad, estarán listos para ser cosechados. Es recomendable usar tijeras para cortar los frutos por la base de su pedúnculo y evitar dañar la planta.
Plagas y enfermedades comunes
Las plagas como los pulgones, ácaros y trips pueden atacar al Rocoto. Conviene inspeccionar regularmente las plantas y aplicar jabón potásico o aceite de neem para controlar las plagas, de ser necesario. En cuanto a las enfermedades, el mildiú y la pudrición de la raíz son enfermedades comunes. Mantener un buen drenaje, evitar el exceso de humedad y permitir la buena ventilación del cultivo permite prevenir estas enfermedades, aunque pueden tratarse con caldo bordelés o sulfato de cobre, el cual es empleado en la agricultura orgánica. Para controlar estas amenazas, es recomendable utilizar enfoques orgánicos, como la introducción de depredadores naturales en el huerto o finca para realizar un control biológico de plagas. También, se puede fomentar un ambiente más saludable para las plantas mediante una correcta rotación de cultivos.
Control de flora espontánea
El control de malezas es un aspecto fundamental en el cultivo del Rocoto, ya que las malezas pueden competir por nutrientes, agua y luz solar, afectando el crecimiento y rendimiento de las plantas. Algunas técnicas de control de malezas de manera orgánica son, el uso de mulching y el desmalezado manual.
La colocación de una capa de material orgánico, como paja u hojas secas alrededor de las plantas de Rocoto puede ayudar a suprimir el crecimiento de malezas al bloquear la luz solar y dificultar su germinación.
También, la eliminación manual de malezas es una opción orgánica efectiva, especialmente en etapas tempranas de crecimiento. Se debe tener cuidado de no dañar las raíces de las plantas mientras se retiran las malezas cercanas.
Fertilización y abonos orgánicos
Para la fertilización del Rocoto puede optarse por enriquecer el sustrato o la tierra, una semana antes del momento del trasplante y luego realizar una segunda fertilización con insumos orgánicos como compost, estiércol, gallinaza, humus de lombriz, harina de pescado o harina de algas, una semana antes de la floración.
Al seguir las recomendaciones básicas proporcionadas en esta guía, estarás en camino de lograr una cosecha exitosa y ecológica de Rocoto o Chile Manzano. Desde la siembra hasta la cosecha, cada etapa del proceso requiere dedicación, pero los resultados serán gratificantes y permitirán la obtención de un fruto de gran calidad.