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Agricultura Orgánica vs. Convencional: Sequía y Cambio climático

mejor rendimiento en sequia
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Julio de 2023 marcó el récord del mes más cálido jamás registrado de nivel mundial, marcando un punto de inflexión en nuestra lucha contra el cambio climático. Sirve como una llamada de atención para que el mundo tome medidas inmediatas. Los agricultores no solo experimentan los impactos de primera mano, sino que también lideran la búsqueda de una solución a largo plazo. Con el aumento de las temperaturas y la frecuencia de eventos climáticos extremos, como sequías prolongadas, los agricultores se enfrentan a desafíos cada vez mayores para mantener la producción de alimentos de manera sostenible. En este contexto, la elección entre la agricultura convencional y la agricultura orgánica despierta un debate importante, especialmente en lo que respecta a su capacidad para sobrellevar la escasez de agua y mantener un rendimiento óptimo durante las épocas de sequía.

La sequía y la eficacia de los agroquímicos

Para empezar, el cambio climático hace que las sequías sean más largas, severas y frecuentes. Ya hemos visto evidencia de esto en los últimos años, con un aumento en el número de sequías importantes por año.

La sequía afecta la eficiencia de algunos agroquímicos en la agricultura convencional por varias razones:

Menos humedad en el suelo

Durante una sequía, la disponibilidad de agua en el suelo disminuye significativamente. Esto afecta la capacidad de los cultivos para absorber los agroquímicos, ya que muchos de estos productos requieren agua para su correcta distribución y absorción. La falta de humedad puede llevar a una distribución desigual de los agroquímicos en el suelo, lo que reduce su eficacia.

Mayor evaporación

Las altas temperaturas y la sequía aumentan la velocidad de evaporación de los agroquímicos una vez que se aplican sobre los cultivos. Esto significa que los productos químicos pueden evaporarse antes de tener la oportunidad de ejercer su acción sobre las plagas o malezas objetivo. Como resultado, se requiere una cantidad mayor de agroquímicos para lograr el mismo efecto, lo que no solo es ineficiente sino también costoso.

Menor movimiento en el suelo

En condiciones de sequía, los agroquímicos tienen menos movilidad en el suelo. Esto se debe a que la falta de humedad reduce la capacidad de los productos químicos para moverse a través del suelo y alcanzar las raíces de las plantas o el sistema radicular de las malezas. Esto puede hacer que los agroquímicos sean menos efectivos en el control de plagas o malezas que se encuentran a cierta profundidad en el suelo.

Menos degradación

Algunos agroquímicos se descomponen en el suelo con la ayuda de microorganismos y procesos de degradación química. La sequía puede reducir la actividad de estos microorganismos y la velocidad de degradación, lo que significa que los agroquímicos persisten en el suelo durante más tiempo. Esto no solo aumenta el riesgo de contaminación ambiental, sino que también puede llevar a una acumulación de residuos de agroquímicos en el suelo.

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Afortunadamente, existen métodos de agricultura orgánica que evitan por completo estos problemas durante las sequías y más allá.

La agricultura orgánica como solución en climas extremos

La agricultura orgánica ofrece varias soluciones para abordar los desafíos que la sequía plantea a la agricultura convencional:

Fertilización orgánica y manejo del suelo

En la agricultura orgánica, se promueve el uso de prácticas naturales, como compost, estiércol y abonos verdes, que mejoran la estructura del suelo y aumentan su capacidad para retener agua. El suelo rico en materia orgánica retiene la humedad de manera más eficaz durante los períodos de sequía, lo que beneficia a los cultivos al proporcionar un suministro constante de agua.

Riego eficiente

La agricultura orgánica fomenta el uso de sistemas de riego eficientes, como el riego por goteo o el riego por superficie, que permiten una distribución más precisa del agua. Estos sistemas ayudan a conservar el recurso hídrico al evitar el desperdicio de agua y aseguran que las plantas reciban la cantidad necesaria de humedad.

Mejora de la salud del suelo

La agricultura orgánica se centra en mantener la salud del suelo mediante prácticas como la rotación de cultivos, la siembra directa y la cobertura del suelo con cultivos de cobertura. Estas técnicas mejoran la estructura del suelo, aumentan su capacidad de retención de agua y reducen la erosión del suelo, lo que es beneficioso en condiciones de sequía.

Uso de agroquímicos naturales

En lugar de depender en gran medida de agroquímicos sintéticos, la agricultura orgánica utiliza métodos de control de plagas más naturales, como el uso de insectos beneficiosos, plantas repelentes de plagas y trampas. Esto reduce la necesidad de pesticidas químicos y disminuye la presión de selección que conduce a la resistencia de las plagas a los pesticidas.

Diversificación de cultivos

La diversificación de cultivos en la agricultura orgánica contribuye a reducir la dependencia de un solo cultivo y disminuye el riesgo asociado con las fluctuaciones climáticas. Diferentes cultivos tienen diferentes necesidades de agua, lo que permite una distribución más eficiente de los recursos hídricos.

Convencional vs Orgánico: Mayor rendimiento en épocas de sequia

Es posible lograr un mayor rendimiento en épocas de sequía mediante la agricultura orgánica. El estudio realizado por el Rodale Institute, que comparó parcelas de cultivos comerciales convencionales y orgánicos durante más de 40 años, revela que, en la mayoría de los años, ambos sistemas mostraban un rendimiento similar. Sin embargo, lo que destaca es que durante un año especialmente seco, el sistema de producción orgánico logró producir un rendimiento significativamente superior.

Esto demuestra que las prácticas de agricultura orgánica tienen la capacidad de resistir y superar de manera efectiva las condiciones de sequía en comparación con la agricultura convencional.

A medida que el mundo se adapta a un entorno climático en constante evolución, es esencial considerar la agricultura orgánica como un modelo a seguir para una agricultura más sostenible y resistente. Al priorizar prácticas que fomenten la salud del suelo y la conservación del agua, la agricultura orgánica no solo protege los recursos naturales, sino que también proporciona un camino hacia un futuro agrícola más seguro y sostenible. El desafío actual radica en promover y adoptar estas prácticas a nivel global, asegurando así un suministro de alimentos seguro y respetuoso con el medio ambiente en un mundo en constante cambio.

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