El control de plagas y enfermedades en la agricultura siempre fue un desafío constante para los agricultores. El uso de productos químicos sintéticos ha sido la solución para la agricultura convencional durante décadas, sin embargo, los efectos negativos para el medio ambiente y la salud humana que provocan muchas de las sustancias empleadas, son bien conocidos. En contraposición, la agricultura orgánica, hace uso de productos orgánicos para el control de plagas y enfermedades.
Los productos orgánicos son aquellos que se derivan de fuentes naturales y no contienen químicos sintéticos.
¿Cuándo aplicar los productos orgánicos para el control de plagas y enfermedades?
Antes de aplicar un producto, aunque este sea natural, primero es importante determinar si la presencia del insecto plaga es suficiente motivo como para realizar aplicaciones. Para poder decidir cuándo aplicar, es importante que antes se haya realizado un monitoreo regular y estandarizado para determinar si la población del o los insectos plaga, está próximo a superar el umbral de daño económico que justifique la aplicación. De no superarse un umbral de daño económico, muchas veces es posible convivir con la plaga sin tener problemas en la producción.
Para la producción de alimentos orgánicos se utilizan diversas estrategias para el control de plagas y enfermedades, principalmente a través del manejo integrado de plagas (MIP).
Sin embargo, en la agricultura orgánica, hay casos en los que resulta necesario realizar aplicaciones de productos para el control de plagas y enfermedades. Para estos casos, existen productos permitidos que pueden variar según la normativa de cada país.
Productos para el control de plagas y enfermedades en la agricultura orgánica
Algunos de los productos que se mencionan a continuación pueden ser de elaboración propia, otros se encuentran en preparados comerciales. También muchos de ellos tienen formulaciones para el uso domiciliario.
Es importante destacar que aunque se tratan de productos de origen natural, se deben utilizar de manera adecuada y siguiendo las instrucciones de preparación y dosificación recomendadas por profesionales.Todo esto es importante para garantizar su eficacia y minimizar cualquier riesgo para la salud humana y el medio ambiente. También se recomienda evitar su uso en exceso o de manera indiscriminada.
Preparados en base a especies vegetales
Preparados de Chrysanthemum cinerariaefolium
El preparado de Chrysanthemum cinerariaefolium se utiliza como insecticida para el control de una amplia variedad de plagas de insectos, como pulgones, trips, moscas blancas, ácaros y escarabajos, entre otros.
Generalmente se realizan infusiones de sus flores ya que contienen el compuesto activo.
La sustancia activa de los preparados de Chrysanthemum cinerariaefolium son las piretrinas, las cuales son sustancias insecticidas de origen vegetal que actúan sobre el sistema nervioso de los insectos. Estas sustancias son altamente efectivas para controlar plagas de insectos y son de baja toxicidad para los mamíferos, incluyendo a los seres humanos.
Una de las ventajas de los preparados de Chrysanthemum cinerariaefolium es que son biodegradables y no contaminan el medio ambiente, a diferencia de otros insecticidas sintéticos.
Preparados de Quassia amara
El Quassia amara es un árbol originario de América del Sur, cuya corteza se utiliza como insecticida natural. El extracto de Quassia amara se elabora a partir de un preparado orgánico que se utiliza para repeler y controlar plagas.
El extracto de Quassia amara es utilizado como insecticida por su contenido en quasina, una sustancia amarga que actúa como neurotoxina para los insectos.
Este preparado natural puede ser utilizado para el control de una amplia variedad de plagas de insectos como pulgones, cochinillas, orugas y ácaros. Funciona como un insecticida de contacto y no son frecuentes los efectos adversos para los insectos benéficos, lo que lo hace ideal para su uso en agricultura orgánica y ecológica.
Preparaciones de Ryania speciosa
Ryania speciosa es un árbol tropical originario de Sudamérica cuya semilla y hojas son utilizadas como insecticida y repelente natural. El extracto de Ryania speciosa contiene ryanodina, una sustancia tóxica para los insectos que afecta la contracción muscular y el sistema nervioso. El extracto de Ryania speciosa se utiliza principalmente para el control de plagas de insectos masticadores, como orugas, gusanos y larvas. Además, también es eficaz contra algunas especies de ácaros.
Es importante destacar que este preparado es tóxico para peces y algunos insectos beneficiosos como las abejas y otros polinizadores, por lo que se recomienda utilizarlo con precaución.
Preparaciones de Melia azedarach
Melia azedarach, también conocido como árbol del paraíso, es una planta originaria de Asia cuyos frutos se utilizan como insecticida natural. El extracto de Melia azedarach es un preparado orgánico que se utiliza para el control de plagas.
Los frutos de este árbol contienen sustancias como la azadiractina, meliacina, entre otras, que son tóxicas para los insectos.
Cabe destacar que es tóxica para los seres humanos y otros mamíferos, no así para la mayoría de aves, las cuales muchas de ellas se alimentan del fruto.
El extracto de Melia azedarach puede ser efectivo contra una amplia variedad de insectos, incluyendo moscas blancas, pulgones, orugas, escarabajos, mosquitos, trips, gusanos cortadores de hojas, ácaros, chinches, moscas de la fruta, moscas minadoras y otros insectos. Aunque por la mencionada toxicidad para los humanos, es recomendable tener especial precaución con su uso.
Preparaciones de Azadirachta indica
Azadirachta indica, comúnmente conocido como neem, es un árbol originario de la India que se ha utilizado durante siglos como fuente de medicinas y pesticidas naturales. El extracto de neem es uno de los insecticidas naturales más conocidos y utilizados en todo el mundo debido a sus propiedades repelentes e insecticidas. El extracto de neem contiene una variedad de compuestos químicos activos, incluyendo azadiractina, que es el ingrediente activo principal responsable de su efecto insecticida. La azadiractina actúa como un inhibidor hormonal de los insectos, lo que significa que interfiere con el proceso de muda y la reproducción. El extracto de neem se utiliza comúnmente para el control de plagas en cultivos y es efectivo contra más de doscientas especies de insectos, incluyendo pulgones, escarabajos, orugas, moscas blancas, chinches y ácaros, entre otros. La azadiractina es biodegradable luego de exponerse a la luz y el agua y tiene muy baja toxicidad para mamíferos.
Organismos utilizados para el control biológico (bioinsumos)
Bacillus thuringiensis
Bacillus thuringiensis (Bt) es una bacteria que produce cristales proteínicos que son tóxicos para ciertos insectos. Estos cristales proteínicos llamados δ-endotoxinas son efectivos contra las larvas de varios tipos de insectos, incluyendo algunas plagas agrícolas como el gusano cogollero, la oruga militar y la mosca de la fruta.
La aplicación de Bacillus thuringiensis como bioinsumo en la agricultura es una alternativa a los insecticidas químicos sintéticos, ya que es una opción segura para el medio ambiente, para la salud humana y de mínimo o nulo impacto para la entomofauna benéfica. Bt es específico en su acción contra los insectos objetivo y no suele afectar a otros organismos no objetivo, como los polinizadores, depredadores y otros insectos beneficiosos.
El Bacillus thuringiensis puede aplicarse como pulverización foliar. Es importante mencionar que el Bt solo es efectivo contra las larvas de insectos, por lo que debe aplicarse antes de que las larvas se conviertan en adultos y completen su ciclo, lo que implicaría la puesta de huevos, dando como resultado el aumento de la población del insecto plaga.
Granulovirus de Cydia pomonella
Este virus es específico para la polilla de la manzana (Cydia pomonella). El es formulado como un bioinsumo utilizado en la agricultura orgánica para el control biológico de esta plaga.
El virus granulosis se utiliza como una alternativa más segura y específica a los insecticidas químicos sintéticos. Una vez aplicado, el virus ingresa a las células del insecto objetivo y se replica, causando la muerte de la larva infectada. A diferencia de los insecticidas químicos, el virus granulosis no afecta al humano y no afecta a otros organismos no objetivo como los polinizadores y los insectos benéficos, dada la naturaleza específica del virus.
Trichoderma
El Trichoderma es un hongo con distintas cepas que se utilizan como bioinsumo en la agricultura orgánica para controlar enfermedades fúngicas y estimular el crecimiento de las plantas. Se trata de un hongo benéfico que vive en el suelo y puede competir con otros hongos y bacterias patógenas.
El Trichoderma tiene un efecto beneficioso sobre la germinación de las semillas y el crecimiento de las raíces, así como también sobre la resistencia de las plantas a enfermedades y estrés abiótico.
La aplicación del Trichoderma se realiza en forma de inoculante, ya sea en la semilla o en el suelo antes de la siembra o pulverizado sobre el cultivo. Se puede utilizar en diferentes cultivos, como lechuga, maíz, tomate, papa, chile, entre otros. También se puede utilizar para el control biológico de enfermedades como el Damping off y Fusarium oxysporum.
Beauveria bassiana
Beauveria bassiana es un hongo entomopatógeno que también se utiliza como bioinsumo en la agricultura orgánica para el control biológico de plagas. Este hongo tiene la capacidad de parasitar a una gran variedad de insectos, como mosquitos, moscas blancas, trips, chinches, escarabajos, entre otros.
Una vez que el hongo entra en contacto con el insecto, se adhiere a su cutícula y penetra en su cuerpo, donde produce enzimas que lo descomponen internamente y finalmente lo mata en poco tiempo. Al contrario de los pesticidas químicos, el hongo no tiene un impacto negativo sobre los humanos y la fauna silvestre, aunque puede afectar a algunas especies de insectos benéficos.
Cabe destacar que el uso de bioinsumos como la Beauveria bassiana y el Trichoderma se enmarca dentro de una estrategia de manejo integrado de plagas(MIP), que busca utilizar diferentes herramientas para el control de plagas y enfermedades de manera sostenible, minimizando los impactos negativos sobre el medio ambiente.
Otros insumos o productos permitidos
Gelatina
En la agricultura, se ha demostrado que la gelatina puede ser utilizada como un insecticida orgánico efectivo contra diversas plagas de insectos.
La forma en que la gelatina actúa como insecticida es mediante la formación de una capa pegajosa que recubre las hojas y otros tejidos vegetales, impidiendo que los insectos se alimenten o se muevan libremente.
Es importante destacar que la gelatina no es selectiva en su acción y puede afectar a otros organismos, incluyendo a algunos insectos benéficos. Por lo tanto, se recomienda utilizarla con precaución y en combinación con otras técnicas de control biológico para minimizar su impacto en el ecosistema.
Lecitina
En la agricultura, la lecitina se utiliza principalmente como un fungicida.
Como fungicida, la lecitina actúa inhibiendo el crecimiento y la propagación de hongos en las plantas. Se ha demostrado que es eficaz contra varios tipos de hongos, incluyendo Mildiu polvoriento, Tizón tardío, Oidio y Alternaria. La lecitina actúa como una barrera física en la superficie de la planta. No deja residuos en los cultivos y actúa deshidratando las zonas de contacto donde se lo aplicó, lo que evita la proliferación de hongos fitopatógenos.
hidróxido de cobre, oxicloruro de cobre, caldo bordelés
El hidróxido de cobre, el oxicloruro de cobre y el caldo bordelés son productos fitosanitarios utilizados en la agricultura orgánica para controlar diversas enfermedades en los cultivos.
El caldo bordelés es un fungicida y bactericida de contacto de amplio espectro que actúa inhibiendo el crecimiento y la propagación de los organismos patógenos de los cultivos. Se utiliza principalmente para el control de enfermedades como Mildiu, Monilia, Moteado, Alternaria, Antracnosis, y Bacteriosis, entre otros. Generalmente se aplica como una suspensión acuosa.
Se recomienda aplicarlos con precaución y siguiendo las instrucciones de dosificación recomendada por los profesionales, ya que la aplicación excesiva de estos productos puede provocar la acumulación de cobre en el suelo, lo que puede ser dañino para las plantas y otros organismos.
polisulfuro de calcio
El polisulfuro de calcio es un fungicida y bactericida que se utiliza en la agricultura orgánica para controlar enfermedades de las plantas, especialmente aquellas causadas por hongos.
El polisulfuro de calcio se aplica en forma de polvo o líquido en cultivos como frutales, hortalizas y viñas.
Caolinita
La caolinita es un mineral de arcilla que se utiliza en la agricultura orgánica como insecticida y fungicida natural. Se compone principalmente de silicatos de aluminio hidratados y tiene una textura suave.
El uso de caolinita en la agricultura se basa en su capacidad para formar una barrera física en la superficie de las plantas, impidiendo el ataque de insectos y hongos patógenos. Es un compuesto muy útil para combatir la mosca del olivo.
Bicarbonato de sodio
El bicarbonato de sodio es un fungicida natural que se aplica en forma de pulverización sobre las plantas afectadas, diluido en agua.
Bicarbonato de potasio
El bicarbonato de potasio es otro producto que se utiliza como fungicida y también como insecticida en la agricultura orgánica. Al igual que el bicarbonato de sodio, se utiliza para controlar enfermedades fúngicas en las plantas. Es muy útil para el control de la sarna del manzano y del el oidio.
Azufre
El azufre es un producto que se utiliza comúnmente como fungicida y acaricida en la agricultura orgánica. Se utiliza para controlar una amplia variedad de enfermedades fúngicas, así como para controlar plagas de ácaros. El azufre se aplica en forma de polvo o líquido.
Es importante tener en cuenta que el azufre puede ser tóxico para ciertos tipos de plantas, especialmente en condiciones de alta humedad y temperaturas elevadas. Además, el azufre puede dañar a los insectos beneficiosos, como las abejas, por lo que es importante aplicarlo con cuidado y moderación.
Además de los productos orgánicos para el control de plagas y enfermedades mencionadas, existen muchos más. Algunos productos pueden estar permitidos en algunos países y en otros no. Es importante conocer la normativa de cada país y certificadora a la hora de elegirlos.
Siempre es bueno tener razones justificadas y disponer de asesoramiento técnico antes de realizar aplicaciones de productos orgánicos para el control de plagas y enfermedades.
