Las abejas NO se extinguen por la leche de almendras

abejas y leche de almendras
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Últimamente, en redes sociales, estuvo en circulación cierta información respecto a la producción de almendras para leche vegetal y su impacto en las abejas melíferas. En Tierra sustentable, nos parece de suma importancia que el consumidor cuente con información fidedigna, proveniente de fuentes oficiales. Por esta razón, decidimos realizar una pequeña investigación para acabar con la desinformación correspondiente a este tema. Las abejas NO se extinguen por la leche de almendras.

¿Cuál es la problemática de las abejas y la leche de almendras?

La problemática de las abejas y la leche de almendras radica en la relación indirecta entre la producción de esta leche y la disminución de las poblaciones de abejas y otros polinizadores en diferentes partes del mundo. La mayoría de los almendros se cultivan en áreas donde las abejas son necesarias para polinizar las flores y garantizar una buena cosecha. Sin embargo, durante la polinización, las abejas pueden verse expuestas a pesticidas y otros productos químicos utilizados en la agricultura, lo que puede tener un impacto negativo en su salud y supervivencia. Además, el cultivo de almendros y otros monocultivos puede reducir la diversidad de plantas y hábitats disponibles para las abejas y otros polinizadores, lo que a su vez puede afectar su capacidad para encontrar alimento y sobrevivir.

Los almendros no son el único cultivo de daña la salud de las abejas ya que cualquier cultivo que utilice agroquímicos estará matando de manera sistemática a los polinizadores. Entonces ¿por qué culpar a la leche de almendras?

El consumo de leche de almendras ha aumentado significativamente en los últimos años en muchos países del mundo. Se ha observado un aumento en la demanda de productos no lácteos debido a una mayor conciencia sobre la salud, la sostenibilidad y las preocupaciones relacionadas con el bienestar animal. Además, muchas personas que son intolerantes a la lactosa o alérgicas a las proteínas de la leche de vaca han recurrido a alternativas no lácteas como la leche de almendras.

Según un informe de mercado de la consultora Grand View Research, el mercado mundial de leche de almendras se estima en más de 5 mil millones de dólares en 2020 y se espera que crezca a una tasa compuesta anual del 10,3% de 2021 a 2028. En algunos países, como los Estados Unidos, la leche de almendras es la alternativa no láctea más popular, superando a otras opciones como la leche de soja y la leche de avena.

El problema no es el consumo de la leche de almendras en sí mismo. Tampoco las abejas están cerca de la extinción por el consumo exclusivo de este producto.

¿Todas las abejas están en peligro de extinción?

No, pero muchas especies de abejas si se encuentran en peligro de extinción debido a varias amenazas, como la pérdida de hábitats naturales, el uso de pesticidas y otros productos químicos en la agricultura, enfermedades y parásitos, y el cambio climático.

Apis mellifera  es la especie de abeja productora de miel más distribuida en el mundo para la producción de miel, polen, propóleos, servicios de polinización para sistemas de producción vegetal , etc. Y es una de las tantas especies perteneciente a este género. Apis tampoco es el único género de abejas en el mundo, sino que hay aproximadamente 200 géneros conocidos de abejas con sus respectivas especies.

Reservándonos solamente al problema de las abejas, sería correcto atribuir gran parte de la responsabilidad al uso de agroquímicos. Estos son empleados en la mayoría de los sistemas productivos del mundo, de manera tal que están afectando a muchísimas especies de abejas y no solo a la melífera. Es ahí donde radica el verdadero problema y no solo en un cultivo determinado como se menciona exclusivamente al de las almendras.

Según la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), alrededor del 9% de las especies de abejas conocidas a nivel mundial están en peligro de extinción. Las abejas son polinizadores esenciales para muchos cultivos, por lo que su disminución podría tener graves consecuencias para la seguridad alimentaria y la biodiversidad.

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Es importante tomar medidas para proteger a las abejas y otros polinizadores, incluyendo la implementación de prácticas agrícolas sostenibles, la reducción del uso de pesticidas y otros productos químicos en la agricultura, la promoción de hábitats naturales para los polinizadores y la concienciación sobre la importancia de proteger a estas especies.

 

Abeja siendo rociada por agroquimicos en un cultivo de almendros. Imágenes documental More Than Honey

¿Qué información oficial existe sobre el peligro que corren las abejas?

A continuación, vamos a compartirles un resumen de datos oficiales. Los mismos son brindados por El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y los laboratorios de investigación de GreenPeace.

Las abejas constituyen uno de los grupos de insectos más abundantes y beneficiosos para el hombre. Al visitar las flores en busca de néctar y polen, intervienen en los procesos de polinización de la mayoría de las plantas tanto silvestres como cultivadas. Otro aspecto económico de importancia para el hombre es la producción de miel. Además, productos que se obtienen de especies como Apis mellifera y las abejas sin aguijón (Meliponini).

Las abejas melíferas, sin embargo, se han visto cada vez más castigadas en los últimos años, aún cuando el mundo avanza hacia el cultivo de variedades que dependen de la polinización.  De igual manera, abejas silvestres también se ven amenazadas por muchos factores medioambientales. Incluyendo la falta de hábitats naturales y seminaturales, así como una mayor exposición a sustancias químicas manufacturadas, entre otros.

“En algunas regiones europeas no existen poblaciones viables de abejas melíferas silvestres porque no son capaces de sobrevivir a la presión de las prácticas agrícolas industriales (monocultivos, herbicidas, plaguicidas). Tampoco pueden sobrevivir a varios parásitos y enfermedades naturales sin que se realice una gestión humana de estas enfermedades. En España, por ejemplo, solo las abejas melíferas domésticas sobreviven en colonias muy manipuladas, a las que se proporciona alimento complementario y medicamentos”. (Mariano Higes, Asesor de Investigación del Centro Apícola Regional de Marchamalo, comunicación personal)

Se pueden identificar tres preocupaciones fundamentales en cuanto a la salud global de los polinizadores:

  1.  No se dispone, en la actualidad, de datos precisos que permitan alcanzar conclusiones firmes sobre el estado de los polinizadores. De hecho, la variabilidad potencial en los intentos de censar especies animales es tan alta que las poblaciones podrían reducirse en casi un 50% antes de que fuese posible detectar la disminución.
  2. Puesto que la demanda de polinizadores –a nivel local y regional– crece a más velocidad que la oferta, podríamos estar enfrentándonos a una polinización restringida, ahora y en el futuro inmediato. Esto se debe a que el aumento de los cultivos de gran valor que dependen de la polinización está superando el crecimiento de la población mundial de abejas melíferas. A su vez, que los polinizadores silvestres disminuyen en abundancia y diversidad.
  3.  Las poblaciones de abejas melíferas son muy desiguales entre regiones agrícolas. Estas crecen en algunos países productores de miel, pero disminuyen en el resto, incluyendo regiones con gran producción agrícola en EE. UU., Reino Unido y muchos otros países de Europa occidental.

Ningún factor por sí solo es culpable del descenso general en la población mundial de abejas, o del empeoramiento de la salud de éstas. No hay duda de que este declive es el producto de varios factores, algunos conocidos y otros no, que actúan por separado o combinados.

Dicho lo cual, los factores más importantes que afectan a la salud de los polinizadores están relacionados con enfermedades y parásitos; y con prácticas agrícolas industriales más amplias, que afectan a muchos aspectos del ciclo de vida de una abeja. Sin olvidar el cambio climático, que también supone una creciente amenaza para la salud de los polinizadores.

¿Cómo afecta la agricultura industrial a las abejas?

El conjunto de los polinizadores no puede escapar de los distintos impactos de la agricultura industrial. Sufre la destrucción de su hábitat natural causada por la agricultura y, al volar sobre explotaciones agrícolas, los efectos nocivos de las prácticas intensivas. También acusan la fragmentación de los hábitats naturales y seminaturales, la expansión de los monocultivos y la falta de diversidad. Las prácticas destructivas que limitan la capacidad de anidación de las abejas, y el uso de plaguicidas convierten la agricultura industrial en una de las mayores amenazas para las comunidades de polinizadores en todo el mundo. Por otro lado, los sistemas agrícolas que se basan en la biodiversidad y no utilizan sustancias químicas peligrosas, como los de cultivo ecológico, pueden beneficiar a las comunidades de polinizadores. Así también, aumentar la heterogeneidad de hábitats para las abejas. 

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¿Cómo afecta el cambio climático a las abejas?

Muchas de las consecuencias predichas para el cambio climático, como el aumento de temperaturas, las modificaciones de pautas de precipitación y fenómenos meteorológicos, tendrán impacto en las poblaciones de polinizadores. Esto las afectará individualmente y, en última instancia, como comunidad, reflejándose en tasas de extinción más altas para las especies polinizadoras.

¿Cómo afectan los insecticidas a las abejas?

En particular, los insecticidas suponen el riesgo más directo para los polinizadores. Como su nombre indica, se trata de sustancias químicas diseñadas para matar insectos. Por lo general, se aplican ampliamente en el medio ambiente en torno a los cultivos.

Con el uso de plaguicidas las abejas mueren por contacto. Cuando el plaguicida “moja” la superficie corporal de la abeja y el tóxico penetra en su cuerpo, muere. También por ingestión cuando consume o manipula néctar, polen, resinas y agua que han sido contaminados con plaguicidas.

Los integrantes de una colonia no necesariamente mueren en forma inmediata a una pulverización o fumigación con plaguicidas. Durante un cierto tiempo, dependiendo del producto utilizado, el plaguicida se encuentra en el ambiente y en la savia de las plantas o bien permanece en los órganos vegetales donde se ha depositado en forma de gotas. También los plaguicidas permanecen mucho tiempo en el suelo o en las napas de agua

Suele haber efectos subletales donde la abeja no muere pero se altera su nutrición, su sistema de comunicación con las demás abejas, o bien se modifica su comportamiento o la termorregulación y la memoria. De este modo la colmena se debilita y disminuye su resistencia a agentes patógenos y parásitos. Esto puede ocurrir con productos plaguicidas no letales o también con bajas dosis de productos plaguicidas.

GreenPeace realizó un estudio sobre las concentraciones de plaguicidas encontradas en el polen llevado a las colmenas por las abejas pecoreadoras, en muestras obtenidas mediante trampas para polen o directamente tomadas de los panales de siete paises de europa. En las muestras de polen capturado se han identificado residuos de al menos uno de 53 plaguicidas (incluyendo 22 insecticidas/acaricidas, 29 fungicidas y dos herbicidas). En las muestras de polen de panal (pan de abeja) se han identificado residuos de al menos uno de 17 plaguicidas (incluyendo 9 insecticidas/acaricidas y 8 fungicidas). 

 

Cultivo siendo polinizado a mano en China por falta de polinizadores naturales. Esto se debe al uso indiscriminado de agroquímicos. Imágenes documental More Than Honey

¿Qué podemos hacer para proteger a las abejas?

La agricultura orgánica puede ser una herramienta importante para proteger a las abejas y otros polinizadores, ya que prohíbe el uso de agroquímicos que pueden ser tóxicos para estos animales y promueve prácticas agrícolas que fomentan la biodiversidad y la salud del suelo. Además, la promoción de hábitats naturales para los polinizadores en la agricultura y en otros espacios públicos y privados también puede ser importante para apoyar la supervivencia de las abejas y otros polinizadores.

Como consumidores, podemos apoyar a los agricultores y empresas que utilizan prácticas sostenibles y que promueven la biodiversidad y el bienestar de los polinizadores. Buscar productos orgánicos certificados y de origen local puede ser una forma de apoyar a los agricultores que utilizan prácticas sostenibles y que promueven la biodiversidad.

Además, la educación y la concientización sobre la importancia de las abejas y otros polinizadores pueden ser cruciales para apoyar su protección y conservación. Al conocer más sobre las amenazas que enfrentan las abejas y otros polinizadores, podemos tomar medidas para reducir nuestro impacto y fomentar un futuro más sostenible para estos animales y para nuestro planeta en general.

Los beneficios de la agricultura ecológica, en términos de la diversidad y la abundancia de polinizadores que favorece, pueden extenderse también a las explotaciones convencionales vecinas. En trigales alemanes, las prácticas ecológicas aumentaron la riqueza de polinizadores en un 60%. Además su abundancia creció entre el 130% y el 160%, respecto de las prácticas convencionales. Es más, el aumento de las zonas de agricultura ecológica de un 5% a un 20% a nivel de paisaje mejoró la diversidad de polinizadores y su abundancia en más de un 60%, tanto en campos ecológicos como en campos convencionales.

En consecuencia, se precisa más financiación pública y privada para investigar y desarrollar mejores prácticas agrícolas ecológicas. En última instancia, dichos métodos representan la mejor opción para maximizar los servicios ecológicos, la producción alimentaria y la protección medioambiental, a la vez que ayudan a promover un desarrollo económico y social sostenible.

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2 comentarios en “Las abejas NO se extinguen por la leche de almendras”

  1. No a la hipocresía progresista.

    ¿Entonces me estáis diciendo que la National Geographic se ha inventado eso de las abejas? Los veganos sois unos hipócritas que siempre muestran su falacia y superioridad moral.

    1. Tierra Sustentable

      ¡Hola! Gracias por tu comentario. Si bien en TS no somos veganos ni incentivamos esa ideología, nos parece importante que quede claro que el problema con las abejas, como tantos otros problemas, no tienen que ver con el consumidor sino con el modelo de producción. Muchas veces es más sencillo darle la “culpa” al que compra un producto en vez de revisar que prácticas agrícolas se están implementando y que repercusión tienen en los animales, las personas y el suelo. Si bien el veganismo pudo haber aumentado el consumo de este producto en particular, culparlos le quita la responsabilidad a los verdaderos culpables. Gracias por tu opinión y aporte.

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