Ganaderia convencional vs ganaderia regenerativa

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La ganadería convencional o industrial es un sistema de producción de productos de origen animal en el que los animales son criados en grandes instalaciones. Tambien son alimentados con una dieta basada en granos como soja y maíz.

Este tipo de ganaderia se ha asociado con impactos negativos para el medio ambiente. Se le atribuyen consecuencias como la degradación del suelo, la contaminación del agua y la emisión de gases de efecto invernadero

Por otro lado, la ganadería regenerativa se centra en la alimentación a base de pasto ya que es el alimento natural de los herbívoros rumiantes. Esta forma de ganaderia resulta más sostenible y ecológica para criar animales ya que se centra en la restauración y en el aumento de la biodiversidad en el suelo. Por otro lado, la ganadería regenerativa representa una solución para combatir el cambio climático.

Diferencias entre la ganadería convencional y regenerativa

Manejo de pastos y alimentación

Una de las principales diferencias entre la ganadería convencional o industrial y la regenerativa es la forma en que se manejan los pastos.

Para la ganadería convencional, los animales suelen alimentarse a grano, y durante toda su vida son criados al aire libre o estabulados. Siendo un enfoque que da poca atención a la diversidad de especies y a la salud del suelo.

En la ganadería regenerativa, en cambio, se promueve la diversidad de especies de pastos, que atrae a la fauna local. También se utiliza el pastoreo rotacional para asegurar que los pastos tengan tiempo suficiente para recuperarse y crecer mejorando su calidad nutricional para el ganado.

Manejo de desechos

Otra diferencia importante es la forma en que se manejan los desechos de los animales. En la ganadería convencional, las excretas pueden ser tratadas como residuos o desperdicios, y muchas veces, son eliminados de manera inadecuada. Esta situacion principalmente se da en producciones intensivas como la porcina, lo que puede contribuir a la contaminación de cuerpos de agua.

Con el enfoque regenerativo, se toma especial atención al rol de las deyecciones del ganado ya que se utilizan como recurso para fertilizar el suelo. Las excretas, orina y estiércol, se distribuyen homogéneamente en el campo, gracias al pastoreo rotativo, de manera que son descompuestos por los microorganismos del suelo. Como consecuencia de esto, se reduce la necesidad de fertilizantes químicos en caso de hacer una posterior pastura o ciclo agrícola.

Manejos de espacios y hábitat

Para la produccion convencional, los animales a menudo son criados en espacios confinados y sometidos a prácticas de producción que los estresan.

En la ganadería regenerativa los animales son criados en un ambiente natural, con acceso a pastos y aire fresco, priorizando una alimentación y un entorno saludables. Se evita el uso de antibióticos y se reemplazan por productos naturales para el tratamiento sanitario. Como consecuncia de todas estas prácticas, se mejora la calidad de vida de los animales.

La ganadería convencional en profundidad

Se estima que la ganadería convencional es responsable de entre el 7% y el 18% de las emisiones de gases de efecto invernadero globales. Las variabilidad en los porcentajes resultantes se debe a las diferencias metodológicas para las mediciones que existen entre las distintas entidades investigadoras. Se contemplan generalmente desde sistemas intensivos con animales estabulados alimentados con granos altamente energéticos hasta sistemas extensivos de pastoreo continuo, con pastizales posiblemente degradados.

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El pastoreo continuo, consiste en mantener el ganado en un mismo lote o pastizal de forma permanente. Este tipo de manejo permite que los animales esten constantemente comiendo y pisoteando sobre la misma superficie sobre tiempo prolongado. De esta manera se impide el descanso de las especies forrajeras. También se impide que puedan desarrollarse y establecerse especies de gran valor ambiental y nutricional para el ganado. Las especies que terminan predominando son pocas y de escaso valor forrajero ya que son especies especializadas en resistir grandes presiones de pastoreo, generalmente evasivas.

Existen otros aspectos relacionados con el impacto negativo ambiental de la ganadería convencional como por ejemplo la deforestación. Se suelen deforestar y adaptar tierras para la cría de animales o bien para cultivar granos que luego se destinarán para su alimentación. Esto es contrario al planteo regenerativo, el cual se enfoca en criar animales en territorios no aptos para la agricultura, con razas bien adaptados a los diversos ambientes ya que los herbívoros rumiantes son capaces de digerir alimentos altamente fibrosos de bajo valor nutricional que no pueden ser consumidos directamente por los humanos, y pueden convertirlos en alimentos de alto valor biológico y nutricional como la carne y leche. 

Cuando se destinan tierras para la producción de granos para la alimentación del ganado, se realizan monocultivos con una alto uso de insumos químicos. De esta manera, se pierde gran parte de la biodiversidad de los ecosistemas. Esta situación genera desequilibrios que dan como resultado la emergencia de plagas más agresivas. Tambien progresivamente se llega a la pérdida de flora y fauna autóctona, la cual forma parte de importantes servicios ecosistémicos.

Consecuencias sociales asociadas a la ganadería convencional

  • Problemas de salud: La producción de carne y productos lácteos en la ganadería convencional puede estar relacionada con problemas de salud como, la transmisión de enfermedades zoonóticas y la exposición a productos químicos tóxicos.
  • Condiciones laborales precarias: En algunas explotaciones ganaderas convencionales, las condiciones laborales pueden ser precarias, con jornadas largas, bajos salarios y falta de protección social
  • Desplazamiento de comunidades locales: La expansión de la ganadería convencional puede provocar el desplazamiento de comunidades locales que dependen de la tierra y los recursos naturales para su sustento. Esto puede tener efectos negativos en la economía local y en la calidad de vida de las personas afectadas.
  • Competencia por los recursos: La ganadería convencional a menudo compite con otros usos de la tierra, y la conservación de la misma. Esto puede generar tensiones entre diferentes grupos de interés y dificultar la búsqueda de soluciones sostenibles.
  • Impactos en la cultura y las tradiciones locales: La ganadería convencional puede tener impactos en la cultura y las tradiciones locales, especialmente en las comunidades que dependen de la cría de animales para su sustento. La introducción de nuevas prácticas y tecnologías puede cambiar la forma de vida de estas comunidades y afectar su patrimonio cultural.

Ganadería regenerativa en detalle

La ganadería regenerativa es un nuevo paradigma ganadero que consta de diversas prácticas. A través de la cría de animales se tiene como objetivo principal mejorar la salud de las personas y de los suelos; mientras que se aumenta la biodiversidad de los ecosistemas pastoriles y se captura carbono atmosférico de manera productiva y rentable.

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Biodiversidad y entomofauna asociada al pastizal natural en un campo ganadero regenerativo en la provincia de Buenos Aires, Argentina.

Hay muchos tipos de enfoques ganaderos que buscan la productividad al mismo tiempo que se cuida la salud del suelo y del ecosistema. Algunas de estas corrientes son: Pastoreo racional Voisin, Manejo holístico por Allan Savory, pastoreo rotativo o rotacional, entre otros y sus combinaciones. 

Dentro de esta nueva forma de hacer ganaderia, se promueve principalmente el uso de técnicas que mejoren la calidad del suelo, como por ejemplo, el pastoreo rotativo. Este tipo de pastoreo, el cual tiene muchas variantes, consiste esencialmente en dividir una zona de pastoreo en varias parcelas y rotar el ganado de manera periódica. Esto se tiene que hacer siempre respetando los periodos de descanso del pasto de cada parcela. De esta manera, se permite que el forraje llegue a su punto óptimo de reposo para luego ser aprovechado como alimento de alta calidad por los animales. Tambien, de esta manera se mantiene el suelo cubierto por la vegetación, minimizando la erosión, aumentando la biodiversidad y aumentando la captura de carbono atmosférico, que luego será almacenado en forma de materia orgánica en el primer horizonte del suelo.

Armadillo transitanto libremente en un campo ganadero regenerativo en la provincia de Buenos Aires, Argentina.

A mediano y largo plazo este proceso aumenta la calidad del suelo, mejorando su estructura y aumentando su capacidad de retener agua. Es sabido y estudiado a nivel internacional que el pastoreo rotativo mejora la productividad animal, aumenta la produccion de forraje y tiene la capacidad de capturar carbono atmosférico, contribuyendo a mitigar el cambio climático.

Tambien se tiene como prioridad el bienestar animal respetando sus conductas naturales, ofreciéndoles la mayor cantidad, calidad y diversidad de pasto. Se permite que los animales pastoreen sin estar hacinados, evitando que sufran estrés y sin aplicarles productos sanitarios por calendario.

Es fundamental que los animales gocen de buena salud a través de su alimentación y en caso de enfermedad se usan productos naturales. Además no se admiten manejos agresivos o de maltrato de cualquier tipo.

La ganadería regenerativa marca un camino hacia un futuro sostenible y se presenta como una solución poderosa que busca promover la salud de los suelos, de las personas, del ambiente y de los animales; mejorando de manera integral la forma de hacer ganadería en el mundo.

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