
El abedul, conocido científicamente como Betula pendula o Betula Verrucosa, es un árbol venerado en la historia de la medicina natural por sus notables propiedades medicinales. También llamado álamo blanco, betula o bedul, el abedul es apreciado por su corteza blanca y ha sido utilizado a lo largo de los siglos para tratar una amplia variedad de afecciones, particularmente para edemas causados por retención urinaria y problemas de la piel. En este artículo, explicaremos las propiedades medicinales del abedul, su historia y cómo utilizarlo de manera efectiva.
Historia y Legado Medicinal del Abedul
El uso medicinal del abedul se remonta a la Edad Media, donde en los escritos de la monja benedictina conocida como Santa Hildegarda, ella menciona las virtudes del abedul como diurético, antinefrítico y agente para disolver cálculos de la vejiga. Su conocimiento sobre el abedul se centró en su capacidad para tratar inflamaciones renales, pero con el tiempo se descubrieron muchas más aplicaciones medicinales de esta planta.
Propiedades Medicinales del Abedul
Todas las partes del abedul, incluyendo las hojas, la corteza, la raíz y su savia, tienen propiedades medicinales. El abedul es ampliamente conocido por su actividad diurética, lo que significa que estimula la producción de orina. Su uso es capaz de aumentar la cantidad de orina excretada por el cuerpo humano, incluso en más de dos litros por día. Esto es especialmente valioso para la eliminación de arenillas y cálculos renales sin causar irritación en los riñones. Sumado a su efecto diurético, también ayuda a combatir las inflamaciones renales. También se ha utilizado como desintoxicante y depurativo, así como un sudorífico eficaz que puede ayudar en casos de resfriados.
Además de sus efectos en el sistema urinario, el abedul ha demostrado ser útil contra problemas como el reumatismo, la gota y la hidropesía. También se utiliza eficazmente para tratar afecciones de la piel, como manchas y pecas, cuando su aplicación es tópica.
Preparación y Uso del Abedul
El abedul se puede utilizar de varias maneras para aprovechar sus beneficios medicinales. A continuación, mencionamos algunas de las preparaciones más efectivas.
Infusión de hojas
Para aprovechar su efecto diurético y antinefrítico, se recomienda preparar una infusión con dos puñados grandes de hojas secas de abedul por cada taza de agua hirviendo, o sinó, 20 gramos de hojas secas por cada litro de agua. Dejar reposar, filtrar y beber hasta un litro de esta infusión al día, distribuido en cinco tazas. Puede agregarse bicarbonato de sodio al agua de la infusión para facilitar la disolución de los principios activos, en cantidades de un gramo por litro de agua.
Decocción de hojas
Para una decocción de hojas de abedul se utiliza la misma proporción de hojas y agua que en la infusión. Esta preparación es muy útil contra las inflamaciones de garganta. Se recomienda hacer gárgaras con la decocción caliente, pero sin quemar. La decocción se usa también contra verrugas, lavándolas y/o haciendo aplicaciones locales. La preparación consiste en hervir durante cinco a diez minutos las hojas en agua, para luego utilizarla.
Savia de Abedul
La savia del abedul se obtiene haciendo una incisión en una rama antes de que broten las hojas nuevas en primavera. Se coloca un algodón dentro de la incisión y un recipiente por debajo para que la savia drene y se deposite en el mismo. Esta savia natural se bebe en ayunas en cantidades de dos cucharadas soperas, y se utiliza para tratar afecciones urinarias, arenillas, cólicos renales, cálculos de la vejiga y para tratar problemas de la piel.

El abedul es un tesoro medicinal de la naturaleza que ha demostrado a lo largo de la historia su eficacia en el tratamiento de diversas afecciones, especialmente aquellas relacionadas con el sistema urinario y la piel. Su legado medicinal se ha transmitido a través de los siglos y, hoy en día, sigue siendo una opción valiosa en la medicina natural. De todas formas, siempre hay que consultar a un profesional de la salud antes de utilizar cualquier planta medicinal, especialmente si se están tomando otros medicamentos o si se tienen condiciones médicas preexistentes.